Gus vive en un vagón de tren abandonado y es un apasionado de los globos.
Cuenta la leyenda que, un día, persiguió tan lejos a un perro hecho de globos que se perdió,y sigue allí desde entonces.
A Edgar le gusta mantener las distancias, así que prefiere dar puñetazos con su bufanda. Cuando llaga la hora de usar su súper, se la ata bien y salta directo a pelear.
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